Kimchi
El Kimchi, como les conté en otro post es uno de los platillos estrella en la gastronomía coreana. Es un platillo milenario y que poco a poco el mundo lo está descubriendo. Este platillo se hacía para poder tener verduras en invierno ya que debido a las bajísimas temperaturas era casi imposible encontrar cualquier tipo de verduras así que para poder consumirlas en otoño hacían Kimchi. Se hace básicamente con col china, nabo, cebolletas, jengibre, ajo y chile esta mezcla se fermenta durante 1 semana o incluso meses y listo.
El kimchi día a día gana aficionados por su sabor, por sus propiedades, por su sencillez, por lo saludable y por la versatilidad de uso a la hora de consumirlo; puede ser acompañante, aperitivo o plato principal.
En Corea cada familia tiene su forma de preparar kimchi y suele ser un platillo tan importante que se dice que una persona sabe cocinar cuando hace un buen kimchi.
A mí como me encanta y he querido hacer mi propio kimchi y realmente me ha sorprendido lo fácil y lo riquísimo que ha quedado. Anímense a hacerlo, es una delicia.
INGREDIENTES
1 col china
2 cucharadas de sal
Agua
3 cebolletas (cebollas tiernas)
2 nabos
3 dientes de ajo (1 cucharada de ajo fresco rallado)
1 cucharada de jengibre fresco rallado
1 cucharada de azúcar moreno
6 cucharadas de hojuelas de chile seco
PREPARACIÓN
Cortar la col en trozos y lavarla. Ponerla en un cuenco y añadir la sal. Mezclar bien y poner un poco de agua (que apenas cubra la col). Reservar 30 minutos.
En un tazón mezclar el azúcar, el ajo, el jengibre y el chile y hacer una pasta. Reservar.
Cortar las cebolletas en trocitos no demasiado pequeños, pelar los nabos y cortarlos en tronquitos cortos y añadir la pasta de chile.
Escurrir la col y juntarla con las verduras y chile. Mezclar todo muy bien y ponerlo en un bote o recipiente que tape bien.
Reservar mínimo una semana fuera de la nevera. Puedes ir moviendo el frasco o recipiente para que se mezcle bien todo pues irá soltando juguito.
Pasada la semana, abrir y consumir. Ahora ya puedes guardarlo en la nevera. Te encantará!
Esta versión es bastante picante, pero puedes disminuir la cantidad de chile y adaptarla a tu gusto.